El nuevo director del Sena, padre Camilo Bernal Hadad, es un bogotano de 56 años, de los cuales lleva 30 desempeñándose en cargos gerenciales y de servicio a la comunidad, en los últimos 13 desde la rectoría de la Corporación Minuto de Dios.
Este ingeniero de sistemas y matemático de la Universidad de Los Andes, teólogo de la Universidad Javeriana y doctorado en Inteligencia Artificial del Ecole National Politecnique de Grenoble, ha decidido medirse al reto de dirigir el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), reconociendo con humildad que al igual de quienes llegan a esa institución, él mismo se declara un aprendiz.
Colprensa habló con él horas después de su posesión, acerca del plan de trabajo en la entidad educativa nacional
Este ingeniero de sistemas y matemático de la Universidad de Los Andes, teólogo de la Universidad Javeriana y doctorado en Inteligencia Artificial del Ecole National Politecnique de Grenoble, ha decidido medirse al reto de dirigir el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), reconociendo con humildad que al igual de quienes llegan a esa institución, él mismo se declara un aprendiz.
Colprensa habló con él horas después de su posesión, acerca del plan de trabajo en la entidad educativa nacional
Qué pasó por su mente cuando le ofrecieron la dirección del Sena?
Me dio susto porque es una entidad de gran dimensión, es la entidad de mayor aceptación en el país. Sentí inquietud sobre qué se debe hacer y cómo hacerlo. Quiero decir algo con toda honradez, trabajar con el presidente Juan Manuel Santos me da gran confianza, siempre él como individuo me inspira confianza por sus actuaciones a lo largo de su vida.
Cómo fue el proceso para que su congregación le permitiera aceptar el cargo de director?
Mi opción de vida ante todo es ser un sacerdote católico. Me siento muy feliz y orgulloso de ello. No es normal que un sacerdote esté en una posición ejecutiva en un cargo público, eso a algunos les causa cierto escándalo. Pero es indudable que la Iglesia tiene un compromiso con la construcción del país y por ello en temas de educación y de servicio social siempre está presta a ayudar; por eso cuando a mí me hicieron el ofrecimiento consulté a mis superiores, porque si bien es cierto que esto me lo gane, como dijo el Presidente de la República, sin el aval de la Iglesia hubiera dicho que no. Iniciamos el proceso con mi superior en Colombia de la provincia Minuto de Dios; de ahí se habló con el Superior General en Roma y obtuve el aval. También se consultó con el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Rubén Salazar y él también me dio su aval.
Cómo es el Sena que recibe?
El Sena es una institución muy dinámica, muy pujante, que ha crecido de manera muy vertiginosa en los últimos ocho años, gracias a la gestión de Darío Montoya, que el año pasado ofreció 8.200.000 cupos y en el 2002 estaba ofreciendo 1.200.000. Es una entidad que le está llegando al pueblo colombiano a todos los rincones, que tiene una cobertura geográfica prácticamente de carácter nacional, aún en las zonas más alejadas, con estrategias como la virtualidad y las aulas móviles y es una entidad que sabe lo que quiere y con una misión muy clara. Por otro lado, es una institución que ha logrado estructurar una buena financiación a través de los aportes parafiscales. Así que recibimos el Sena como un gran desafío, porque cuando las cosas están en un nivel importante, entonces agregar valor es un poco más difícil.
Qué diferencias ha encontrado entre la universidad y el Sena?
En realidad es pasar de un sector de la educación a otro, pues es pasar de una institución de educación superior a una de formación para el trabajo. Aunque hay elementos semejantes, hay otros que son distintos. En una institución de educación superior los programas son de mayor duración, aquí la oferta, en su inmensa mayoría, es de cursos cortos. La oferta para este año es de diez millones de cupos, de los cuales un millón y medio son de formación titulada (en eso se parece a la universidad) y ocho millones y medio son de formación complementaria, que son cursos cortos en el área de idiomas, en los programas de población vulnerable, el de Jóvenes Rurales, en el tema de la ola invernal, entre otros. Entonces, si bien es educación, la lógica no es la misma; eso significa que me he declarado aprendiz del tema durante este primer trimestre del año. Espero al 31 de marzo haber terminado mi curso y tener las competencias más afinadas para poder prestar el servicio.
Cuál va a ser su aporte para el Sena?
En primer lugar me parece que se puede reflexionar sobre lo que es la formación integral, entendida como la que construye el ser, al individuo, la que permite que una persona sea un buen ciudadano, porque si el Sena tiene la posibilidad de llegar a ocho millones de personas, pues son ocho millones de posibilidades de tocar para que la gente se preocupe por ser buena ciudadana, que en Colombia nos hace falta. El segundo gran desafío es mejorar la calidad de la educación. La joya de la corona del Sena son sus programas académicos, sus instructores y sus aprendices; entonces los programas académicos deben ser de talla mundial, los instructores, competitivos porque han incorporado los conocimientos y las tecnologías y los aprendices, apetecidos en el sector empresarial; necesitamos que ser egresado del Sena sea igual que para un profesional ser egresado de la Javeriana, de la Nacional o de la Uniminuto. El tercer tema que veo es cómo tener una relación mucho más fluida con los empresarios.
Cómo se va a promover la formación integral en el Sena?
Creo que el tema de aprendizaje por casos puede ayudar: mostrarles a los estudiantes situaciones en las que se refleje un valor. A veces el aprendizaje de valores de forma conceptual es difícil. Habría que estructurar un paquete de casos que permita identificar valores y armar discusiones con los aprendices y con los instructores.
Cómo va a fortalecer la relación con las empresas?
El Sena se debe a los trabajadores y a las empresas que aportan. En ese orden de ideas, su trabajo es hacia los trabajadores en materia de formación y desarrollo, y hacia las empresas contribuyendo a que mejoren su productividad. En los países asiáticos se logró mejorar el rendimiento debido a que le prestaron mucha más atención a la educación y esa es la diferencia con los países latinoamericanos. El Sena tiene que contribuir a mejorar la productividad de las empresas con calidad y ahí me refiero a garantizar que el conocimiento sea del 100 por ciento, es decir, debe asegurar que el muchacho entienda el problema y lo resuelva bien. Ojalá que cada empresa con la que se tiene convenio sea un salón del Sena.
Qué otros programas o especialidades debería tener el Sena?
El Sena debe trabajar en todos los sectores, sin embargo hay unos de talla mundial, en los que Colombia pretende ser mejor; por lo tanto debemos investigar en el mundo cuáles son los mejores programas y cuáles son los instrumentos para que los instructores formen a los estudiantes.
Hay que fortalecer algunos programas?
Hay que estandarizar programas a nivel nacional, pero con las adaptaciones a las necesidades locales. Tengo la idea de una ‘fábrica de conocimiento’, es decir, un espacio en donde se construya. Esa es una gran capacidad del Sena: construir los programas, ser flexible y tener calidad.
Cuál va a ser el futuro de los convenios con los colegios de básica media?
En este momento hay 3.108 convenios con instituciones de educación media, el año pasado se atendieron 259.000 cupos y este año se espera subir a 372.000. El Sena pone los instructores y ayuda a que los muchachos de grados décimo y once tengan una formación complementaria de carácter técnico, quienes, si quieren, pueden seguir con la formación titulada adelantando un técnico profesional o un tecnólogo. Esos convenios van a crecer, porque son la única opción que tienen muchos jóvenes en el campo, en pequeños pueblos o en zonas más populares de la ciudad, donde salen como bachilleres académicos para ser mensajeros, auxiliares o trabajar en construcción, pero si se les dan nuevas alternativas en electrónica, gastronomía, entre otras áreas, van a salir con una competencia adicional y van a poder aplicar más fácilmente a un primer empleo.
En materia de empleo qué va a hacer en el Sena?
Ese es un tema que debemos repensar, porque se está estructurando un sistema de empleo con la participación de Planeación Nacional, distintos ministerios y el apoyo del Sena. En Colombia el trabajo es muy regional, no tenemos la disposición de desplazarnos a otros departamentos. Hay que mirar cómo se puede ayudar a rediseñar esa política de empleo y cómo el Sena puede contribuirle al sistema nacional.
Cuál es el proyecto más inmediato que tiene para el programa de bilingüismo?
Estamos acabando de analizarlo. El año pasado se prestó un servicio de 1.339.000 cupos y se espera alcanzar este año un total de 1.550.000, de tal manera que es muy importante porque es una opción para que verdaderamente aprendamos inglés. Segundo, es importante porque muchos de los instructores están en San Andrés. Se introdujo el francés y se van a introducir el mandarín y el portugués. Sería ideal que nosotros logremos que los bachilleres y los egresados del Sena logren mínimo un nivel B2 (de juzgamiento a su calidad de manejo del inglés).
La Opinión.com
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