La compañía informática accedió a pagar ese valor, luego de que la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) la acusara de no haber informado debidamente de pagos recibidos por Intel.
Además, el fundador de la compañía, Michael Dell, y su ex responsable ejecutivo Kevin Rollins, accedieron también a pagar 4 millones de dólares cada uno en multas por la misma cuestión, mientras que James Schneider, ex director financiero, abonará 3 millones de dólares.
La SEC, que investigaba a Dell desde 2005, la demandó por no haber informado a los inversores de los cuantiosos pagos recibidos del fabricante de microprocesadores a cambio de que el fabricante de ordenadores no utilizara los microchips fabricados por Advance Micro systems (AMD), el principal rival de Intel.
Esos pagos permitieron a Dell cumplir con las previsiones de los analistas respecto a sus cuentas empresariales, según la SEC, que asegura que cuando Intel dejó de abonar esas cantidades, la empresa volvió a incumplir su obligación de explicar debidamente a sus inversores por qué habían caído los resultados.
"El Consejo de Administración (de Dell) reitera su unánime apoyo al continuado liderazgo de Michael Dell y de todo el equipo gestor en su compromiso con la transparencia contable, la integridad en la difusión de datos financieros y un potente gobierno corporativo", aseguró hoy en un comunicado el presidente de ese organismo, Sam Nunn.
Las autoridades estadounidenses también investigan desde hace años a Intel para tratar de demostrar que llevó a cabo prácticas monopolísticas con presuntas coerciones a sus clientes para que no usaran productos de AMD, su principal competidor.
Según las autoridades de este país, Intel llegó a acuerdos exclusivos con los grandes fabricantes de computadores para que usaran sus microprocesadores a cambio de miles de millones de dólares.
Las unidades de procesamiento x86 fabricadas por Intel son las que utilizan la mayoría de computadores y representa un mercado que supera los 30.000 millones de dólares en ventas anuales a nivel mundial.
Se calcula que Intel controla el 90 por ciento de ese mercado, según datos facilitados por la Fiscalía de Nueva York cuando emprendió su correspondiente investigación en enero de 2008.
Alegaciones similares de posibles prácticas monopolísticas por parte de Intel han sido investigadas en Europa y Asia y en algunos casos se determinó que la empresa había violado normas vigentes antimonopolio.
En Europa, la Comisión Europea le impuso una multa récord de 1.060 millones de euros (casi 1.450 millones de dólares) en 2009 por considerar que el líder mundial en el mercado de microprocesadores abusó de su posición dominante y obstaculizó la competencia y la innovación.