En los últimos cuatro años la Nación ha direccionado recursos por cerca de $2 billones en construcción y rehabilitación de distritos de riego de gran y mediana escala, cuyo costo beneficio deja más dudas que satisfacciones.
Sólo en los tres megadistritos que se están construyendo (Ranchería en la Guajira, Triángulo del Tolima y Tesalia-Paicol en Huila con más de 42.000 hectáreas beneficiadas) las inversiones superan de largo los $1,7 billones. De estos las segundas fases no tienen financiación asegurada.
Las cuentas que hace el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía, por ejemplo, es que en el megadistrito de Ranchería, donde se invirtieron recursos públicos por más de $650.000 millones en la primera fase, la inversión por hectárea con riego es de unos $60 millones, cuando un proyecto de riego no excede los $6 millones por hectárea. El mismo Ministerio de Agricultura reconoce que el costo beneficio de los megaproyectos en construcción no es la más favorable, sin embargo señaló que serán terminados.
En total este proyecto, que también busca dotar de agua a varios municipios de la Guajira con problemas de abastecimiento y generar energía, con la segunda fase costará, más de $1 billón. “Ranchería se enfocó más para darle agua a una región que como distrito de riego para la agricultura por eso se elevan los costos”, sostuvo Mejía.
Aunque directivos de la Federación Nacional de Usuarios de Distritos de Adecuación de Tierras (Federriego), entidad que tiene 17 distritos agremiados de mediana y gran escala, no entró a cuestionar el costo-beneficio de los megaproyectos por considerar que tiene un componente social grande e importante, sí dejaron claro que hay serios rezagos en infraestructura en esta materia.
El director ejecutivo de la agremiación, Dagoberto Bonilla, dijo que en Colombia hay cerca de 1 millón de hectáreas con alguna infraestructura para riego, drenaje o control de inundación, pero en México hay 6,6 millones.
“Lo que se debe hacer es implementar políticas para establecer una buena infraestructura y llegar a más hectáreas con potencial agrícola”, dijo.
El mismo Gobierno reconoce el atraso y señala y que se requieren para el adecuado funcionamiento inversiones en rehabilitación de infraestructura en recuperación de diques, adecuación de estaciones de bombeo y vías y obras de control de inundaciones entre otras. Por su parte el presidente de Federriego, Eduardo Bolaños, dijo que los distritos no están sólo llevar agua.
“Hay que convertirlos en una rueda de negocios para que la tarifa que se cobra el usuario no tenga inconvenientes. Y aquí es claro que hay que aplicar el concepto de la agricultura por contrato”, sostuvo.
EN EL PAÍS HAY MÁS DE 550 DISTRITOS DE PEQUEÑA ESCALA
Los distritos de riego son áreas geográficas donde se proporciona el servicio de riego, a través de obras de infraestructura, para beneficiar un determinado número de hectáreas con potencial de agricultura. Están clasificados en pequeña (hasta 500 hectáreas), mediana (entre 501 y 5.000) y gran escala (más de 5.000). En el país se estima que hay alrededor de 25 distritos de mediana y gran escala, más de 550 de pequeña y muchos otros son de índole privado. El Incoder maneja alguno de ellos y la mayoría son entregados a asociaciones de usuarios.
La Opinión.com
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