Tomado del Diario La Opinión.
Los cambistas de Norte de Santander manifestaron su preocupación por la caída histórica en el precio del bolívar que se cotiza en promedio a 26 centavos de peso, dejando al sector en una posición incómoda y mirando alternativas.
El presidente de la Asociación de Profesionales del Cambio de Norte de Santander, Asocambios, Carlos Luna, anotó que la situación genera angustia por la baja demanda de bolívares por parte de los colombianos para ir a hacer sus compras en el eje fronterizo lo cual es la consecuencia del clima enrarecido y al distanciamiento entre los dos países.
“La verdad estamos muy preocupados porque no vemos a corto plazo una solución al problema y además hay referentes que no ayudan como por ejemplo dólar paralelo en Caracas a 7.650 y dólar en Colombia por debajo de 2.000 con fluctuaciones e inestabilidad que no le dan tranquilidad al mercado”, anotó.
Explicó que las personas están comprando menos bolívares por las reservas que hay de ir al vecino país en los últimos meses y eso ha presionado una situación compleja que ha evitado que el bolívar recupere los niveles de 0.30 con lo cual se mueve el mercado de la moneda venezolana.
Luna indicó que la situación apremia porque en otro escenario los colombianos se volcaban a los mercados venezolanos comprar de todo, ahora no hay demanda de bolívares y la situación se pone más difícil para los cambistas.
Afirmó que la situación conllevó a una reunión de cambistas en donde se concluyó que la situación pasó de castaño a oscuro porque hay empresarios del cambio que ya están viviendo de los ahorros y otros están cerrando sus oficinas de cambio para incursionar en otros frentes económicos.
“El asunto es complejo, no vemos una salida pronta al inconveniente que nos aqueja en la zona de frontera y la verdad es mejor aguantar a que pase la campaña presidencial para ver si se tranquilizan los ánimos para volver a los niveles mínimos del bolívar y retomar una economía fronteriza con un tráfico normal que conlleve a reactivar los mercados y los sectores, hoy deprimidos por la coyuntura económica, política y social”, señaló el presidente de Asocambios.
Mirando otros horizontes
La situación de las casas de cambio es tan delicada que los empresarios están mirando alternativas porque la situación es muy dura y tiende a hacerse aún más prolija y tortuosa.
Actualmente están mirando las bondades que les brinda la reforma financiera y que les permite ser corresponsales cambiarios. Para ello necesitan el aval de una entidad financiera vigilada y bendecida por la Superintendencia Financiera que les otorgue el permiso para operar como compañías de financiamiento comercial o como sociedades de intermediación cambiaria.
“Esto se sale de nuestras manos, pero si esperamos que con el cambio de Gobierno podamos recuperar los canales mínimos de comunicación con Venezuela para solucionar estos temas”, anotó.
“En eso estamos trabajando, pero necesitamos un empujón del Gobierno Nacional en el sentido de que nos consiga el respaldo de las entidades financieras, lógicamente previo estudio para determinar quienes podemos operar como corresponsales cambiarios de esas entidades.
Otro asunto que complica la situación es la escasa visita de ciudadanos venezolanos, por el endeble precio de la moneda y por el temor de que intempestivamente les cierren el paso fronterizo.
Según Carlos Luna, la actividad en las casas de cambio ha caído en un 45 por ciento en promedio.
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