Extraido del Diario El Universal de Caracas.
El país tendrá que pagar una alta tasa de interés para financiarse
Si bien los bonos venezolanos reciben el impacto de la crisis global, factores locales aumentan la carga negativa y los hacen retroceder hasta el nivel más bajo en lo que va de año.
Ayer, a pesar de que los mercados recuperaron parte del terreno perdido por el preacuerdo alcanzado entre Alemania y Francia para ayudar a Grecia, el bono marcador de Venezuela, el Global 27, se cotizó a 66,75% y el bono de Pdvsa que vence en 2022 se transó a 76,5% cuando en marzo llegó a ubicarse en 86,5% de su valor.
Operadores de deuda explican que el anuncio de que Venezuela contempla repatriar el oro que forma parte de las reservas internacionales y la noticia de que el Gobierno efectúa revisiones a los acuerdos de promoción y protección de inversiones, han incrementado la percepción de riesgo.
"En marzo aumentó el precio de los bonos venezolanos porque inversionistas apostaron a un cambio de gobierno al conocerse la enfermedad de Hugo Chávez, este efecto ha desaparecido y el mercado comienza a fijarse en el tema de las reservas internacionales y los arbitrajes", dice un operador de deuda latinoamericana.
El descenso en la cotización de los bonos tiene como consecuencia que si el Ministerio de Finanzas o Pdvsa necesitan emitir nuevos títulos para obtener recursos, el país pagará una elevada tasa de interés.
De acuerdo con fuentes financieras Pdvsa prepara una nueva emisión de bonos para octubre de este año y con la cotización que tienen los bonos en este momento tendría que pagar una tasa de interés de 14%, la más alta de la historia.
Aparte de obtener recursos las autoridades venezolanas utilizan las emisiones de bonos como un mecanismo para incrementar la oferta de dólares.
Las empresas compran con bolívares bonos en divisas que luego revenden en el exterior para obtener dólares.
Por lo tanto para mantener el tipo de cambio al que se obtienen los dólares en torno a 5,30 bolívares es necesario que los bonos se coticen a un precio alto o que la República ofrezca una tasa de interés elevada.
En la última emisión de bonos por 4 mil 200 millones de dólares el Ministerio de Finanzas canceló una tasa de interés de 11,95%, la más alta entre las operaciones realizadas en Latinoamérica en lo que va de año
Ayer, a pesar de que los mercados recuperaron parte del terreno perdido por el preacuerdo alcanzado entre Alemania y Francia para ayudar a Grecia, el bono marcador de Venezuela, el Global 27, se cotizó a 66,75% y el bono de Pdvsa que vence en 2022 se transó a 76,5% cuando en marzo llegó a ubicarse en 86,5% de su valor.
Operadores de deuda explican que el anuncio de que Venezuela contempla repatriar el oro que forma parte de las reservas internacionales y la noticia de que el Gobierno efectúa revisiones a los acuerdos de promoción y protección de inversiones, han incrementado la percepción de riesgo.
"En marzo aumentó el precio de los bonos venezolanos porque inversionistas apostaron a un cambio de gobierno al conocerse la enfermedad de Hugo Chávez, este efecto ha desaparecido y el mercado comienza a fijarse en el tema de las reservas internacionales y los arbitrajes", dice un operador de deuda latinoamericana.
El descenso en la cotización de los bonos tiene como consecuencia que si el Ministerio de Finanzas o Pdvsa necesitan emitir nuevos títulos para obtener recursos, el país pagará una elevada tasa de interés.
De acuerdo con fuentes financieras Pdvsa prepara una nueva emisión de bonos para octubre de este año y con la cotización que tienen los bonos en este momento tendría que pagar una tasa de interés de 14%, la más alta de la historia.
Aparte de obtener recursos las autoridades venezolanas utilizan las emisiones de bonos como un mecanismo para incrementar la oferta de dólares.
Las empresas compran con bolívares bonos en divisas que luego revenden en el exterior para obtener dólares.
Por lo tanto para mantener el tipo de cambio al que se obtienen los dólares en torno a 5,30 bolívares es necesario que los bonos se coticen a un precio alto o que la República ofrezca una tasa de interés elevada.
En la última emisión de bonos por 4 mil 200 millones de dólares el Ministerio de Finanzas canceló una tasa de interés de 11,95%, la más alta entre las operaciones realizadas en Latinoamérica en lo que va de año
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